1.- El reconocimiento del ser del Shivaismo de Cachemira
El Shivaismo de Cachemira promueve el reconocimiento (personal) de que somos una unidad con Shiva. Es la tradición monista (no dualista) más vinculada a la filosofía Advaita de las Escuelas Shivaitas existentes.
El Shivaismo de Cachemira apareció en el siglo IX en la región de Cachemira, al norte de la India. En aquella época, la región era un conglomerado de pequeños reinos feudales gobernados por Maharajás, que sustentaban, con su política, las diversas tradiciones religiosas instauradas en aquella sociedad rica y pluricultural.
La escuela filosófica del Shivaismo de Cachemira se desarrolló por completo en el valle del mismo nombre, entre los hermosos parajes montañosos. Esta tranquila región vio nacer un pensamiento filosófico que forjó un nuevo sentido de lo trascendente.
Se dice que los seguidores de esta tradición encuentran a Dios en su interior, que se revela tras descubrir el silencio más absoluto. Podemos dilucidar que una forma de espiritualidad atemporal cristalizó en estas montañas.
Los maravillosos fenómenos naturales del valle de Cachemira están impregnados de la Conciencia que está detrás de todo pensamiento.
Esta es la razón por la cual el Shivaismo de Cachemira, a diferencia de otras ramas filosóficas, renunció a todas las disciplinas dogmáticas y éticas «ortodoxas«, abogando por una práctica efectiva, un Yoga que les condujera a la unión efectiva con Shiva. Una experiencia que se sostiene por un profundo e intenso sentimiento de amor por Dios, el Bhakti Yoga.
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2.- ¿Cuál es la aportación del valle de Cachemira a esta filosofía?
La vida en el valle de Cachemira ofreció un camino simple y detallado para alcanzar el realización del Ser en esta vida. En aquella época la región de Cachemira con un simple sistema de riego, se podían asegurar las necesidades básicas para vivir. La filosofía Shivaita se mantuvo igual de simple.
El Shivaismo no se centra en prácticas tortuosas para el cuerpo o la mente, los sentidos o la respiración, como si manifiestan otras tradiciones y escuelas filosóficas de la India.
El Shivaismo de Cachemira promueve métodos precisos de meditación, libres de las restricciones de la mente y de las emociones, y que permiten acceder a la experiencia de la no dualidad con la Conciencia (Shiva).
Estas prácticas y técnicas meditativas llevan a sublimar gradualmente las emociones y la mente. También a ir trascendiendo los instintos bajos y los apegos mundanos, llevando al practicante a un estado de desapego del cuerpo y del propio ego. Generalmente, esta práctica de meditación era precedida por otras etapas de práctica del sistema del Yoga.
La belleza natural del valle de Cachemira inspiraba a los poetas, poesía que influenció a la mayoría de los practicantes y maestros del Shivaismo de Cachemira.
El Shivaismo de Cachemira tiene como resultado de la meditación y de profundas experiencias, acceder a la desidentificación del Samadhi. Y de allí al cuarto estado, Turiya, la revelación y la identificación con la Conciencia, el paso final, donde cede el ciclo de la reencarnación y la muerte.
3.- Los 64 sistemas de filosofías establecidos por Shiva
3.1- Las bases de la filosofía Shivaita
Según la tradición del Shivaismo de Cachemira, Shiva estableció 64 sistemas de filosofía, unos monistas (o no dualistas), otros dualistas y muy pocos monista–dualistas. Como algunos de estos sistemas se perdieron con el devenir del tiempo, Shiva le pidió al sabio Durvasa que volviera a dar vida a este conocimiento.
Los hijos de Durvasa fueron sus discípulos, y les otorgó el conocimiento para que ellos lo transmitieran a su vez de la siguiente manera: Tryambaka fue el monista (o no dualista); Amardaka el dualista, y Shrikantha el monista-dualista.
Por lo tanto se dice que Tryambaka sentó la práctica y las bases no dualistas de la filosofía del Shivaismo de Cachemira. Se dice que Shiva mismo sintió la necesidad de resolver las interpretaciones conflictivas de las antiguas escrituras sagradas, los Agamas, y desechar la influencia dualista de la doctrina no dualista.
3.2- La aparición de los Shiva Shutras
Sobre el siglo octavo, se dice que el gran sabio Vasugupta vivía en la montaña Mahadeva, cerca de Shrinagar. La tradición detalla como una noche Shiva se apareció en sus sueños ,y le reveló el lugar secreto donde se encontraba una escritura sagrada tallada en piedra.
Cuando despertó Vasugupta, fue a ese lugar y encontró 77 versos tallados en una roca, que pasaron a ser los Shiva Sutras. Después Vasugupta reveló los versos a sus discípulos, y así y gradualmente se fue extendiendo esta sagrada enseñanza.
Por las bases de la enseñanza la escuela del Shivaismo de Cachemira se denominó Trika, que significa tríada. En su base se refiere a las tres fuerzas de Shiva: la voluntad, el conocimiento y la acción.
También hace referencia a Shiva (la Conciencia), su Shakti (la energía que lo complementa) y el individuo limitado (que permanece ignorante). Por otra parte están los tres niveles de experiencia psicológica del sujeto, el que conoce, el propio conocimiento y el objeto conocido. Finalmente, existen tres caminos para acceder al conocimiento Absoluto: la vía superior o divina (iccha), la vía intermedia de la energía (jñana) y la vía inferior del individuo (ânavopâya).
4.- Las escrituras sagradas del Shivaismo de Cachemira
Las escrituras sagradas relacionadas con el Shivaismo de Cachemira se dividen en tres: los Agama Sastra, los Spanda Sastra y los Pratyabhijna Sastra.
Los Agama Sastra son un compendio de filosofía, de prácticas y temas relacionados con la espiritualidad que aportan una doctrina unificada. Estos textos incluyen obras consideradas de inspiración divina, particularmente las escrituras Shaiva Agama, donde se incluyen los Shiva Sutras. Los Shiva Sutras son de capital importancia, un compendio atribuido al sabio Vasugupta (alrededor de los años 850-900 dc).
Los Spanda Sastra elaboraron los principios de los Shiva Sutra, pero de la misma manera, aportan una razón lógica en apoyo de ellos, sobretodo con el Spanda-Sutra o el Synuda-Karikli, atribuidos también a Vasugupta.
Finalmente los Pratyabhijna Sastra son la rama filosófica del Trika. En estos textos se aporta la lógica del sistema y sus puntos de vista. También se refutan las doctrinas de otras escuelas. Estas escrituras desarrollan los principios expuestos en los Shiva Sutras. Un exponente del Pratyabhijna Shastra es el texto del Shiva Drishti, obra de Somananda, y Pratyabhijna Sutra, escrito por el sabio Utpaladeva.
Abhinavagupta (aproximadamente 950-1000) es probablemente la figura más destacada del Shivaismo de Cachemira, ya que escribió casi 40 obras, incluido el Tantraloka, un texto compendio de la filosofía y el ritual.
«La mente es vista como una familia jerárquica (Krama) de agentes (Kula), que percibe espontáneamente al verdadero ser (Pratyabhijna), con un poder creativo que puede ser percibido como una pulsación (Spanda)”.
5.- Cómo se estableció el Shivaismo de Cachemira
El Shivaismo de Cachemira se estableció como una importante escuela filosófica debido a las brillantes obras sagradas. El Shivaismo de Cachemira ofrece una comprensión rica y detallada del ser humano, de la mente, y del camino hacia la autorrealización.
A lo largo de la historia y en los distintos linajes del Shivaismo, aparecieron Siddhas, personas que habían recorrido el camino de la autorrealización, y que se habían liberado del ciclo del nacimiento y la muerte. Se dice que el propio Abhinavagupta, después de terminar su último escrito, entró en una cueva junto a 1200 discípulos para desaparecer en el Absoluto, ya que no quedaron restos y nunca más se supo de ellos.
Este sistema Shivaita es intensamente no dualista. No niega la existencia de los dioses. Sin embargo, enfatiza la meditación y la auto indagación del practicante y la guía por parte de un Gurú (maestro).
La creación del mundo y del alma individual, se explica como una manifestación y división de la propia Conciencia. Cuando accedemos a Shiva, podemos reabsorbernos en la vibración que el mismo Shiva genera para manifestar la creación.
Shiva es inmanente y trascendente. Pero al mismo tiempo, a través de su Shakti, realiza las cinco acciones: creación, preservación, absorción, revelación y ocultación.
El Shivaismo de Cachemira no tiene la finalidad de adorar a un Dios personalizado. Su meta es alcanzar el estado trascendental de la Conciencia Absoluta. La práctica espiritual, Sadhana, nos conduce a la desidentificación con el objeto y la realidad, hasta que el Yo Absoluto (Shiva) se nos revela y somos uno con el todo.
6.- Los tres caminos para alcanzar la Conciencia suprema
El primero de ellos es Anavopaya: este nivel es el de mantenernos en una actitud Yóguica, manteniendo estos principios y un esfuerzo yóguico y de purificación mental, a través del control de nuestra mente.
El segundo nivel es Shaktopaya: mantenemos una atención constante centrada en Shiva, a través de la discriminación de lo que es real y de lo que no lo es.
El tercer nivel es Shambhavopaya, aquí el Yogui alcanza de forma instantánea la Conciencia Suprema a través de una voluntad inquebrantable. Esto se da gracias a la instrucción del Gurú que discierne entre la identidad individual y el propio Shiva.
También existe un cuarto camino, Anupaya, en la que el Yogui accede al reconocimiento espontáneo del Ser. En este camino, no se necesita hacer, alcanzar ni cumplir nada, excepto permanecer en el propio ser, que es Shiva.
La realización depende de un Sadguru, cuya gracia es la flor que corona la Sadhana (práctica espiritual). El aislamiento geográfico del valle de Cachemira y la dominación musulmana tardía son responsables de que este conocimiento permaneciera oculto a los ojos del mundo.
Swami Lakshman Joo representa a la tradición original (Parampara) del Shivaismo de Cachemira, y gracias a su iluminación y su enseñanza, hoy podemos seguir el camino del reconocimiento del Ser.
No se sabe cuántos yoguis siguen formalmente en el mundo esta tradición filosófica, aunque el Shivaismo de Cachemira sigue siendo una influencia importante en la India.
Muchos adeptos al Shivaismo de Cachemira abandonaron el valle para encontrar su residencia en Jammu y otros lugares del norte de la India. Esta diáspora de eruditos y sabios Shivaitas mantienen la difusión de la enseñanza.
