1.- Shivaismo de Cachemira y el estado de «Yo Soy»
1.1.- Técnica, desapego y paz interior
Vivenciar la experiencia de «yo soy» es llegar a un estado en el que logras desidentificarte de tu proceso mental. Una técnica simple y efectiva que proviene de la tradición del Shivaismo de Cachemira, y que nos permite acceder a nuestra conciencia sin el filtro de la mente.
Tener todo en orden y con un ambiente purificado, gracias a un incienso natural como el del enlace, te facilitará tener la mente despejada para este proceso.
De este modo realizamos una síntesis entre dos experiencias mentales opuestas. La actitud externa, expresada a través de mirar fijamente un punto, y la actitud interna, dirigiendo nuestra atención hacia el interior, a través del enfoque en nuestro estado mental y modificándolo con nuestra voluntad.
Una vez establecido en la calma y con este doble enfoque, realizamos un nuevo esfuerzo repitiendo mentalmente «Yo soy”, o los mantras hindues «Shivoham», o «Aham Brahmasmi».
Conceptualmente, es reconocer que no somos quien pensamos que somos, sino que realmente somos una Conciencia pura, que se oculta detrás de todos nuestros pensamientos.
Mantenemos la atención de la mirada, conscientes de nuestra existencia real, reconociendo por intuición que somos algo más que un cuerpo y sus pensamientos.
1.2.- La repetición mental y la toma de Conciencia
La repetición mental del mantra en la tradición del Shivaismo de Cachemira, tiene la finalidad de llevarnos a la identificación profunda con lo que en principio percibimos como un efímero «Yo Soy».
La repetición es parte del Tantra, que nos lleva a la disolución del pensamiento, y nos dirige a un estado de conciencia unificada, donde no nos falta nada. Si quieres comprender mejor esta técnica, debes desapegarte de un resultado, sin esperar nada, evitando actitudes obstinadas y egoístas.
Finalmente, este enfoque mental sobre el concepto de «Yo soy», nos debe llevar a un estado en que percibimos intuitivamente: sin necesidad de repetir el mantra. Debemos convertirnos en el mantra, escucharlo sin tener que repetirlo, ser uno con él.
Esta práctica es más que un simple pensamiento acerca de nuestra existencia: es la percepción de nuestra Conciencia sin el filtro del pensamiento. Debemos ir más allá de nuestros pensamientos, y del concepto de nosotros mismos. Acceder al conocimiento directo y absoluto de nuestra Conciencia gracias al Shivaismo de Cachemira.
2.- El acceso a lo real, la experiencia trascendente
2.1.- Los diferentes niveles y la verdadera Conciencia
Para realizar esta técnica simple y efectiva necesitamos un reloj mecánico, una vela encendida, o un Yantra (impreso o en una pantalla). En este apartado encontrarás muchos Yantras.
Esta técnica tan simple nos ayudará a acercarnos más a lo que será una revelación trascendental. Nos lleva a descubrir que es perfectamente posible que cada uno de nosotros despierte, y alcance a la verdadera Conciencia, la que se encuentra detrás de todo pensamiento.
En un primer nivel, surgirán pensamientos contrastados. Las imágenes, los sentimientos y las fluctuaciones mentales estarán presentes. Pero al mismo tiempo, irá apareciendo una percepción diferente.
Empezaremos a sentir un testigo detrás del pensamiento, que participa, pero desapegado y desinvolucrado de lo que esté sucediendo.
Con esta práctica que nos enseña el Tantra, la Conciencia de lo que realmente somos se irá haciendo permanente en nuestras vidas. Una vez percibida, se irá amplificando dentro de nosotros. La capacidad de dejar de identificarnos con nuestra mente, e identificarnos con la Conciencia que no habíamos reconocido, y permanecía oculta detrás de todo pensamiento.
Este reconocimiento es lo suficientemente poderoso para catalizar la revelación del Yo Soy, la divinidad, Atman.
Establecidos en este reconocimiento, percibimos que disponemos de una estructura interna serena e incorruptible. Un eje en nuestro interior, que nos lleva a la Conciencia real de nosotros mismos, y del reconocimiento del mundo ilusorio que nos rodea.
Finalmente, el Shivaismo de Cachemira, nos da el acceso a desapegarnos de nuestro Ego y preservar esta Conciencia que es testigo de la realidad. Alcanzamos la capacidad de distinguir entre la Conciencia inalterada (Atman) y la ilusión de este mundo (Maya).