Definición de Shiva
En la definición de Shiva, este dios ocupa un lugar destacado en el hinduismo, siendo parte de la trinidad sagrada junto con Brahma y Vishnu. El desempeña un papel dual en la mitología hindú, ya que puede ser tanto un ser benévolo y protector como el destructor y creador del universo.
En la cosmología hindú, Shiva destruye el universo al final de ciclos que duran 2,160,000,000 años, preparando el terreno para una nueva creación. Además, es un gran asceta, enfocado en la meditación para alcanzar la felicidad. No obstante, el tiene un lado más oscuro como líder de espíritus malignos y señor de los ladrones, villanos y mendigos. Es el dios central en el Shaivismo, patrón de Yoguis y Brahmanes, y protector de los Vedas, los textos sagrados.
Historia de Shiva
La historia de Shiva, una deidad hindú, está arraigada en los antiguos textos sagrados del hinduismo, como los Vedas, Puranas y Tantras. Aunque su origen es enigmático, el se ha asociado con Rudra en los textos védicos, evolucionando de una figura temida a «el benévolo» a lo largo del tiempo. Formando parte de la Trimurti junto a Brahma y Visnú, Shiva representa el papel de dios destructor, completando el ciclo cósmico de creación, preservación y destrucción en la mitología hindú.
Un mito destacado relacionado con Shiva es la tragedia de su esposa, Satí. Su historia implica un conflicto con su padre, Daksha, que la lleva al sacrificio personal, desencadenando la furia de Shiva y su posterior venganza. La historia de Satí, su sacrificio y resurrección, subraya la importancia del dios como protector y destructor en el panteón hindú, y las partes dispersas de su cuerpo en lugares sagrados se convierten en destinos de peregrinación y adoración.
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